Muchas veces nos asaltan las dudas cuando alguien nos habla del momento idílico de llevar a nuestros bebés a dormir: “les explicamos un cuento y apagamos la luz y mágicamente se duermen”. Y la duda más habitual es: ¿Cuál es el mejor momento para iniciar esta rutina de lectura antes de dormir?
Aunque creas que no a un bebé de 6 meses ya puedes explicarle un cuento, obviamente muy cortito y sin muchos detalles. Siempre deberemos adaptar los cuentos a la edad del bebé. Nunca es demasiado pronto para inculcar a nuestros hijos el maravilloso hábito de leer.
Lo más importante es que, aunque veáis que el “momento cuento” no le interesa o no le presta atención, no desistáis. Una rutina no se crea en 2 días, a base de repetirla tu hijo/a hará suya esta rutina y seguro os acabará pidiendo que le leáis el cuento de antes de ir a dormir.
Hay varias cosas a tener en cuenta al elegir el cuento que queremos usar para nuestra rutina nocturna:
- Siempre libro en papel, obviamente evitamos lo digital, o bien cuento explicado directamente por nosotros.
- Que sea un cuento tranquilo, incluso diría aburrido, donde no pasan grandes cosas. Historias sencillas y si hablan de ir a dormir mejor que mejor (esto no es imprescindible).
- Que favorezca la concentración del niño. Que tenga que fijarse en los dibujos, en los detalles, en enlazar dibujos con palabras.
- Que sea un cuento que ya conoce. Un cuento nuevo en el momento de ir a dormir puede provocar demasiada estimulación y no nos conviene.
Hay varios cuentos, dependiendo de la edad del bebé por supuesto que son ideales para mí. Quédate hasta el final porque para mi el mejor y el imprescindible sin duda es el último.
De 6 a 12 meses:
Más de 12 meses:
Y para mí, la Rock Star de los cuentos nocturnos (diría que ideal a partir de los 18m):
Ya se han vendido más de 48 millones de ejemplares desde que se publicó en ¡1947! Se ha traducido a más de 12 idiomas e incluso ha ganado premios.
Son textos muy cortos, concisos e imágenes realmente curiosas, de hecho, lo definiría como un cuento “raro”, acogedor, pero a la vez inquietante.
El libro está impreso en color y algunas páginas en blanco y negro. Se dice que en la época en la que se escribió, esto se hacía para abaratar costes, pero realmente, el hecho de que haya estos cambios de color, es algo que, según expertos, puede ser que provoque más atención en los niños.
Personalmente es un ejemplar que adoro tener en nuestra biblioteca de cuentos y que sinceramente creo que puede generar un antes y un después en vuestras noches.
